15 de noviembre de 2010

Introducción


Inicié este blog a los 21 años, con la intención de mostrar una parte de lo que me apasiona. Si bien me tomó un largo camino saber y entender que es lo que quería hacer de mi vida, hoy me encuentro en vías de ello.
Actualmente estudio Artes Plásticas en la Universidad Nacional de La Plata, y ha sido todo un nuevo mundo encontrado, tanto del arte en su magnitud, como de mi misma.
Día a día busco perfeccionarme y ver más allá, conocer, transmitir, seguir descubriendo...

Cuando tenía 13 años, mi padre me obsequio una colección de seis tomos de dibujo y pintura, escrito por cuatro artistas españoles. Los mismos incluían detalles de técnicas y materiales para desarrollar el arte de la pintura. A esa edad no hice mucho caso, pero un tiempo después (no mucho), tomé unas hojas y un lápiz y comencé a dibujar...
Empezó como algo para pasar el tiempo, a medida que leía y buscaba imágenes me fui interesando más, practicando diferentes formas, motivos, géneros.

A los 19 años comencé a tomar la pintura más en serio, impulsada por la sensación de tranquilidad y algo de éxtasis que me dá estar frente a una hoja en blanco. Solía decir que aquello que me apasiona del arte es que no debe ser perfecto, sólo sentido y honesto, de libertad, de manchas, de color y vida. Pero tal vez sea un pretexto a mis errores de técnica...

Aun así, encuentro el alma renovada, y esto se repite en cada línea que trazo.

Hoy tengo 25 años y sigo teniendo la misma sensación frente a una hoja en blanco y varios lápices gastados...  O en todo caso, frente a la tela y un pincel...
Lo que podrán ver aquí son mis primeros dibujos en tiza pastel y lápiz. Algunos a pedido, otros por gusto particular y algunas malas copias de grandes obras.


Agradezco profundamente a quienes se toman el tiempo de ver las pinturas y redactarme sus opiniones, criticas y elogios. Cada una contribuye a mi crecimiento, dedicación y a las ganas de seguir adelante con mi trabajo.

A Marcelo Dips, por dar a conocer mis trabajos en su revista sin condición alguna.
A Mariela Alonso, por ayudarme a crecer día a día.
A Luis Maggiori, por su amistad y por abrirme la puerta de las posibilidades.
A Angela Lagos, por su eterna compañía.

Y en especial agradezco a mi padre, Mario y mi madre, Miriam; por tanto amor y apoyo incondicional, por tanta paciencia y entrega, por la vida que me enseñaron a vivir...